One million dollars
Es muy común que las personas fantaseen con lo que harían si les tocara la lotería. (Fotos: Dani Miquel.)
En más de una ocasión he visto a una familia o grupo de amigos haciendo un reparto imaginario entre los distintos bienes en los que invertirían el premio… casi como un juego ilusionado. División entre familiares directos, casas, coches, viajes, etc., y todo relamiéndose, saboreando la seguridad económica y la supuesta tranquilidad que la acompaña o, sencillamente, con un terrible februchón consumista.
Es divertido y reconozco hacerlo de vez en cuando, sin embargo, hay una variante de este juego con la que disfruto mucho más. ¿Qué dos cosas desearía hacer un surfero con dinero? Por supuesto, lo planteo en términos poco solidarios. No hablamos de salvar el mundo, donaciones a ONGs… para eso también habrá. ¿Qué dos cosas? A mi se me ocurren las siguientes: En primer lugar, coger muchas olas y por lo tanto, viajar a los mejores spots. En segundo lugar, diseñar un quiver perfecto.
UN QUIVER PERFECTO… Es ahí donde yo quería llegar. Este quiver estará sujeto a unos parámetros espacio-temporales. Por un lado, el tipo de tablas que deseamos está muy condicionado por las olas que surfeamos habitualmente, o por lo menos debería estarlo. Por otro, depende del momento que atraviese tu surfing. Esto úlimo es lo que motiva que no coincida mi QUIVER PERFECTO de hoy con el de hace un año. Y es esa evolución permanente – no entendida como progresión en tu nivel, sino como cambios de mentalidad – una de las cosas que le da frescura y diversión al surfing. Poder utilizar distintos tipos de tablas dependiendo de las olas, tu nivel, estado físico, mentalidad o pretensiones y demás factores, y que el inevitable cambio de éstos modifique tus gustos.
Llegados a este punto es cuando tres amigos nos sentamos en los maleteros abiertos de nuestros coches, aun mojados, después de un baño de esos que se pueden olvidar, y nos preguntamos: ¿Cuál sería tu QUIVER PERFECTO? Sin límites, respondo. No más de diez… Pienso y ahí va mi lista:
5’6” Mini Simmons Casper de Swift Surfboards
5’8” Twin keel de Skip Frye
6’0” Stubby 2+1 Mandala Surfboards
6’0” Bumble Bee Campbell Brothers Surfboards
6’1” Pumpkin Seed de Michel Junod
6’2” Siglo de Klaus Jones
6’4” Widowmaker de Neal Parchase Jr
6’6” Hull “MP” Liddle
9’2” In The Pink de Donald Takayama
9’6” Big Fish de Josh Hall
Este sería mi QUIVER PERFECTO a día de hoy. Muy en la onda actual. Para ser utilizado porque no me interesa tener un repaso a la historia del surfing, sino tablas que realmente vaya a disfrutar. La semana que viene igual tendría algún cambio y el año que viene, seguramente, sería muy diferente. Reconozco ser muy inestable en esto de las tablas. Además, entiendo que es un quiver incompleto desde el punto de vista de muchos surferos. No abarca todo tipo de olas y se echa en falta un simple thruster… pero cada uno con sus fantasías.
Es un juego divertido por un rato pero algo frustrante si no sabe uno pasar página. Aunque tal vez, menos frustrante que lo de las casas, coches y demás bienes más comunes porque siempre nos quedará gozar de una buena sesión con esa TABLA MÁGICA que todo surfero debe tener en su quiver.